Hormiga Faraón
(Monomorium pharaonis)

Una de las pocas hormigas que prefiere habitar dentro de las viviendas. Suele colonizar huecos en las paredes, fundamentalmente cañerías de luz. Sumamente irrespetuosa, irrumpe libremente en alacenas en busca de comida, prefiriendo harinas y azúcares.

La hormiga faraón es originaria de Asia o el este de África. Como todas las hormigas, es un insecto perteneciente al orden Himenópteros. Poseen un fuerte comportamiento social, se dividen en castas y se agrupan en colonias principalmente femeninas. Muy común en el interior de las viviendas, colonizando cañerías de luz o irregularidades constructivas en las paredes. Morfológicamente se las reconoce por ser pequeñas (2 milímetros las obreras y hasta 4 milímetros la reina) y color marrón claro o amarillento. Poseen antenas geniculadas de 12 segmentos, los últimos tres engrosados formando una “bolita” o clava. Carecen de espinas dorsales a nivel del tórax, y su pecíolo abdominal esta formado por dos segmentos bien visibles. Poseen aguijón no expuesto, difícilmente estas hormigas piquen. Su reproducción es sexual y la fecundación de las hembras ocurre una vez que han copulado con los machos alados. A diferencia de otras hormigas, la hormiga faraón no produce enjambres. Una de las características de esta especie es la generación de “brotes” a través de los cuales la colonia se expande. En un brote, una reina migra junto a un grupo de obreras en busca de un nuevo sitio para anidar. La metamorfosis es completa o técnicamente denominada Holometabolia. El ciclo de vida completo puede demorar entre 38 y 45 días dependiendo de la temperatura (óptima 25 °C) y comprende estadio de huevo (5-6 días), larvas (22-24 días), pupa (11-15 días) y adulto. Los hormigueros se caracterizan por poseer numerosas reinas. Las obreras son idénticas entre ellas y se las denomina “monomórficas”. Son omnívoras, aunque prefieren las sustancias azucaradas líquidas (miel, almíbar, jaleas, dulces, etc.) o sólidas (azúcar, galletitas, alfajores, etc.). Entre individuos de la misma colonia realizan trofalaxis. Mediante este mecanismo regurgitan el alimento alojado en el buche del tracto digestivo y alimentan a otras obreras, a las crías e inclusive a las reinas. Es la típica hormiga que se ve en la cocina saliendo de los enchufes, realizando senderos lineales largos por las juntas de azulejos o bordes de mesada. Habitualmente los senderos se dirigen hacia dentro de las alacenas, azucareras, o invaden cualquier alimento que se encuentre a disposición. En determinados momentos del año, cuando la reina necesita proteínas, se las puede ver en carnes, salchichas e inclusive insectos muertos. Sin duda el tratamiento más eficiente para control de esta especie se da utilizando cebos líquidos azucarados ya que toda la colonia se alimenta por trofalaxis.

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